jueves, 23 de abril de 2015

ANÁLISIS DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD DE ANDRÉI RUBLIOV Y LA SANTÍSIMA TRINIDAD CATÓLICA


ANÁLISIS DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD DE ANDRÉI RUBLIOV Y LA SANTÍSIMA TRINIDAD CATÓLICA

La historia de la santísima trinidad surge de la creatividad de Andréi Rubliov, iniciando sus pinturas en el monasterio de la Trinidad fue fundado por san Sergio de Rádonezh, uno de los santos rusos más venerados y el santo patrón del país; básicamente lugar donde se estableció y tomo el hábito. Para luego ser reconocido por el  iconostasio de esta catedral la cual procede la más famosa obra de Rubliov y de toda la pintura rusa medieval: el icono de La Santísima Trinidad, considerada la más perfecta expresión del genio del pintor.

El tema del icono es el episodio bíblico de la aparición de dios en forma de tres ángeles a Abraham. Los ángeles están sentados alrededor de una mesa sobre la que hay un cáliz que simboliza el sacrificio de cristo. El ángel de la izquierda —padre— bendice el cáliz, el ángel del centro —hijo— expresa su sumisión a la voluntad divina y el ángel de la derecha —espíritu santo— consuela al que ha de sacrificarse. La profundidad espiritual, el simbolismo y la técnica hacen de este icono una verdadera obra maestra de la cultura rusa.

Algunos historiadores del arte medieval destacan que la paleta de Rubliov suele reunir toda la gama de colores con matices de tonalidades claras y luminosas, y con esto se logra el efecto de emisión de luces dulces. En la composición del icono hay una sucesión rítmica de líneas curvas que se asemejan a un círculo. La santísima trinidad sorprende por su profunda inspiración y maestría, características que convirtieron esta obra de Rubliov en un modelo para los pintores rusos, que imitaron la obra en numerosas ocasiones.

Rubliov, “se sentaban ante los venerables y divinos iconos y mirándolos sin distracción... elevaban constantemente su espíritu y su pensamiento a la luz inmaterial y divina...”. Esta es la luz que Andrés Rubliov supo transmitir en su icono hecho célebre. Recrea el ritmo mismo de la vida trinitaria, su diversidad única y el movimiento de amor que identifica las Personas sin confundirlas. Parece que Rubliov respira el aire de la eternidad, que vive en los espacios del corazón divino y se erige así en sorprendente poeta del Amor. El icono de la Trinidad se remonta a la oración sacerdotal de Cristo: “para que todos sean uno...para que el amor con el que me has amado esté en ellos y yo mismo esté en ellos...” (Juan 17,21-23)

Entonces la pintura de la santísima trinidad nos conduce hacia la Fe del Dios, Padre y Espíritu Santo. Motivo donde La Iglesia Católica dedica el siguiente domingo después de Pentecostés a la  celebración del día de la Santísima Trinidad.

Sin embargo los católicos hacen una aclaración donde explican que la trinidad no es que Dios este divido en tres personas, sino que son una sola en Padre, Hijo y Espíritu Santo ya que tienen la misma naturaleza, la misma divinidad, la misma eternidad, el mismo poder, la misma perfección; son un sólo Dios. Además cada una de las Personas de la Santísima Trinidad está totalmente contenida en las otras dos, pues hay una comunión perfecta entre ellas.

También  los católicos simbolizan a la Santísima Trinidad como una vela encendida: La vela en sí misma simboliza al Padre, la cera que escurre es el Hijo, que procede del Padre y la llama encendida es el Espíritu Santo. Los tres son "vela", pero son distintos entre sí.


No hay mucha diferencia ante el significado de la santísima trinidad puesto que Rubliov guardaba una conexión con la eternidad y la espiritualidad, al igual que los católicos que tratan de estar siempre en conexión con Dios, Padre y Espíritu Santo. 



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