lunes, 9 de febrero de 2015

EL ARTE PRIMITIVO DE LAS CUEVAS DE CORINTO

LAS CUEVAS DEL ESPIRITU SANTO, DEPARTAMENTO DE MORAZAN

En el departamento de Morazán ubicado en la zona oriental de el salvador, se encuentra el municipio de Corinto, dicho departamento contempla algunos rasgos paleondios (primeros pobladores de El Salador) exactamente la ¨Cuevas del Espíritu Santo¨, ya que este lugar arqueológico conserva algunas pinturas rupestres. Pues en la época previa a la conquista española, el departamento de Morazán estuvo habitado por indígenas lencas.
Posteriormente la Cueva del Espíritu Santo fue ocupada por las lencas, desde el periodo preclásico medio (900-400 dC) hasta el periodo postclásico (900-1540 dC), llegando a ser un espacio de gran importancia cultural y religiosa. Cuenta la leyenda que sería el lugar de donde partieron los antepasados de Balam Colop (mencionado en el Popol Vuh), el padre de todos los lencas, grupo étnico mesoamericano que ocupó parte del territorio de Honduras y el Salvador. Según datos publicados de la Prensa Gráfica.
La gruta de espíritu santo, tiene una longitud de 25 manzanas, un lugar muy fresco; en la entrada del lugar está situado un enorme amate, donde su corteza refleja el pasar de los años, además los lugareños expresan que en el árbol habitan serpientes de gran tamaño llamadas pitón.
Las cuevas del espíritu santo, narran a través de su arte como los lencas estaban  organizadores, debido a que las imágenes están basadas en la agricultura, la cacería, la pesca, rituales y sobre todo al contorno de la naturaleza.
Además se figura que el color predominante era el amarillo que reflejaba la energía positiva y el negro reflejaba la energía negativa, pero en la mayoría de las imágenes son seres humanos, donde algunos de ellas llevan grandes penachos (conjunto de plumas) en la cabeza, manos dibujadas, pero las ilustraciones de animales como las aves y las serpientes son muy pocas.
Otro punto muy interesante es que los indígenas estudiaban los astros la luna, el sol y las estrellas, y gracias a ello, los indígenas podían saber cuándo sembrar y cuando no; además sabían cuando se aproximaba el verano y el invierno. El interior de la cueva cuenta con un agujero que al llegar las doce del mediodía se centra en el agujero, donde los indígenas conocían el tiempo en que transcurría un día. Asimismo hay representaciones del sol, que con el paso del tiempo ha perdido mucho detalle; dicha representación está pintado de color amarillo oscuro y está ubicado al centro del agujero de la cueva, aproximadamente a unos siete metros de altura.
Sin embargo el paso de los años y  los fenómenos climatológicos han afectado los petrograbados, pues tienes que ver bien detenidamente las imágenes para poder entenderlas. Esto  se debe a la filtración de agua, ya que la piedra es de tipo toba volcánica y esto permite que se filtre el agua con más facilidad, haciendo que deposite el agua sobre la pintura, provocando que se deterioren aún más.

En conclusión el patrimonio salvadoreño cuenta la riqueza del arte rupestre, y que debido a ello se han podido conocer aspectos de hace 40.000 años y que narran como nuestros indígenas fueron organizando y así poblando a el territorio salvadoreño, permitiendo conocer su cultura, sus creencias, antes de que llegara la conquista de los españoles.


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