DOS MARAVILLOSOS PINTORES: LEONARDO DA VINCI Y BOSCO
El pintor holandés Jerónimo Bosch, El Bosco (aprox.
1450-1516), en medio del clima artístico
con tendencias realistas del gótico tardío y el Renacimiento temprano, constituyó
una extraordinaria anomalía. Sus pinturas están pobladas de escenas grotescas
protagonizadas por seres fantásticos que sucumben a toda índole de fantasías,
angustias y anhelos humanos. Una de sus grandes genialidades fue tomar las
representaciones figurativas y escénicas conocidas como drolleries, que
utilizan monstruos y seres grotescos para ilustrar los pecados y el mal, y
trasladarlas de los márgenes de los manuscritos miniados a pinturas en retablos
de gran formato.
Sin embargo el Bosco supo traducir en figura y color
contenidos semejantes a los que abundaban en la literatura de su tiempo, sus
obras son de temática religiosa interpretadas con gran fantasía e iconografía
demoniaca, relacionando motivos astrológicos, de folklore, brujería y alquimia,
así como el tema del anticristo y episodios de las vidas de santos ejemplares
mostrando la preocupación por la inclinación del hombre hacia el pecado,
desafiando a Dios, la condena eterna a las almas perdidas en el infierno, como
consecuencia de la locura humana.
Junto con los híbridos tradicionales de hombre y
bestia, como los centauros, y criaturas mitológicas como unicornios, diablos,
dragones y grifos, encontramos también incontables monstruos surgidos de la
imaginación del artista. Muchas escenas secundarias ilustran proverbios y
frases hechas de uso común en tiempos de El Bosco. En el tríptico La tentación
de san Antonio, por ejemplo, el artista retrata al demonio mensajero calzado
con unos patines de hielo, reflejo de una expresión popular: el mundo «patinaba
sobre hielo», es decir, se había desviado del camino correcto. El Bosco fue
especialmente innovador en la traslación pictórica de proverbios.
Sin embargo también encontramos a otro fascinante
pintor y nos referimos a Leonardo da Vinci nació en Vinci entre Pisa y Florencia
en 1452 muerto en Amboise en 1519. Toda
curiosidad intelectual del renacimiento, su entusiasmo por la belleza y la
ciencia junto con otras cualidades de genio ya que fue uno de los grandes de todos los
tiempos. Su importancia e influencia son inconmensurables.
Leonardo fue además un gran teórico que no deja
expuestas sus doctrinas en su tratado de la pintura. Por lo que busca la
fluidez de la envoltura y rompe con la manera seca y angulosa de los
primitivos. En él, la exactitud del dibujo y el impecable refinamiento de la
línea se completan con el arte de envolverlas con el fundido del modelado y el
claroscuro.
Por lo que sus obras más reconocidas tenemos: Virgen
con el niño, La Santa Cena, Virgen de las Rocas y la más reconocida Gioconda.
Para comprender un poco más sobre estos dos maravillosos pintores, encontramos
que ambos comparten las similitudes de los temas religiosos, partiendo desde
Leonardo que su primera obra fue un ángel, mientras que el Bosco lo resumía en
su obra El Jardín de la Delicias donde expresa lo grotesco, aunque para que el
Bosco pudiera pintar en la iglesia debía hacerse pasar por religioso sino la
iglesia lo quemaría.
La tecnica que Leonardo utilizaba para poder hacer sus
obras era que el primero estudiaba la anatomía del cuerpo de las personas ya
fallecidas es decir que el abría los
cuerpos para estudiar un poco más el cuerpo humano pues buscaba la belleza hacia las deserciones del cuerpo y así poder cortarlos
en sus pinturas, prácticamente guarda sus apuntes en la colección Windsor,
Londres. Mientras que Bosco solo pintaba lo grotesco. Por lo que suelen
diferenciarse un poco.
Básicamente ambos pintores usaron su mejor técnica por lo que hoy en día son muy reconocidos, por sus mayores representaciones, ambos artistas supieron llevar el arte a otro nivel donde ningún otro artista había llegado.
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