sábado, 23 de mayo de 2015

EL ROCOCÓ


EL ROCOCÓ EN EL SALVADOR

El rococó fue un estilo aristocrático, que revelaba la elegancia, lo refinado, lo íntimo y lo delicado que armonizaba con la vida despreocupada y agradable a lo que la sociedad ansiaba: la libertad, el buen gusto y el placer. Se denomina un arte mundano, porque no guarda ninguna conexión con la religión, ya que trata temas de la vida diaria y no simboliza nada religioso ni espiritual, solo superficial; por lo que se denomina un arte frívolo.

La élite artística e intelectual se reunía en salones a cuya cabeza estaban damas tan destacadas como madame Pompadur. El Rococó nace y se circunscribe al ámbito francés aunque luego, muchos de sus rasgos influyen en toda Europa.

Este estilo surge en Francia a principios del siglo VXIII y se desarrolló durante el reinado de Luis XV y Luis VXI. El rococó fue considerado como la culminación del barroco, siendo este nuevo estilo la opulencia y la elegancia implementando colores más vivos que contrastan con el pesimismo y la oscuridad, el cual el barroco no utilizaba.

Lo que diferencia al rococó son las formas de decoración, ya que era completamente libre y asimétrica utilizando formas onduladas e irregulares donde predomino los elementos naturales como las conchas, piedras marinas y las formas vegetales. Dentro de la arquitectura, los edificios mantenían un trazado externo simple, sin embargo en el interior la decoración se desbordaba.

Para tener un poco más claro este estilo tenemos como ejemplo en la arquitectura a la Catedral de Valencia, realizada por el alemán Conrad Rudolf. Dividida en tres cuerpos y coronada con un frontón curvo, alterna el ritmo cóncavo en sus calles laterales con el ritmo convexo en la central.

Por otro lado tenemos a la fachada del palacio del marqués de Dos Aguas, diseñada por Hipólito Rovira se compone de dos partes bien diferenciadas y separadas por el escudo del marqués. En la parte inferior, se describe la alegoría de los dos ríos valencianos, el Turia y el Júcar, y en la superior, aparece una hornacina que alberga una escultura de la Virgen con el Niño. Una movida decoración de inspiración vegetal recorre toda la fachada.

En cuanto a la pintura del rococó, fueron escasos los artistas españoles que hicieron uso de este estilo, pero se destacan Luis Meléndez y Luis Paret.

Luis Paret y Alcázar (1746-1799) pintó escenas galantes y cuadros costumbristas de carácter amable, con tonalidades brillantes de gran efecto decorativo que lo convierten en el representante más importante de la pintura rococó en española.

Entre sus pinturas destacan El baile de las máscaras, Las Parejas Reales o Fiesta en el Jardín Botánico. Para Carlos III también realizó una serie de vistas de puertos y marinas del Cantábrico Respecto a la escultura, el estilo provoca en España la aparición de ciertos rasgos que se incorporan al vocabulario básico del Barroco, pero que no llegan a modificarlo. Entre ellos, una mayor dulzura e intimismo en la interpretación de los temas y un mayor aprecio por lo pintoresco y por los detalles más triviales.


El rococó en si fue el estilo que permitió a algunos artistas poder implementar nuevas técnicas artísticas, desde la formas y estilos, la manera en como utilizaban los colores más alegres para poder transmitir sentimientos y dejando a un lado la religión y buscar un estilo que si reflejara la realidad de las sociedades.






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